Por encima del bien y del mal, como los muy grandes. Poco más que decir. Buddy Guy es algo más que una leyenda, es uno de los mejores intérpretes de música negra de la historia, que figurará con letras mayúsculas en las enciclopedias de arte e historia más completas. El disco en cuestión es pieza fundamental en cualquier discoteca que presuma de tener los mejores discos del 2013. Extensa obra doble que se divide en dos partes, un más "rythm" con barrocos temas de blues-rock y bestiales dosis de soul y otra más "blues", o con un acercamiento más tradicional en lo que a la estructura de los temas se refiere. Seguro que impuesto por la discográfica aparecen "estrellas" invitadas que evidentemente sobran, porque Mr. Guy está muy por encima de ellas, tanto si hay que competir con las guitarras como con las voces; mención a parte la participación de Gray Clark Jr. en el tema "Blues Don't Care"; sin embargo, muy inadecuado resulta la inclusión del fenómeno MTV Kid Rock. Entrañable la versión del clásico "Messin' With The Kid" que tantas veces hizo con su inseparable Junior Wells, pero que como hemos dicho, el compañero de turno no está a la altura. Genial la participación de la Muscle Shoal Horns que lo borda en temas lentos como "All That Makes Me Happy Is The Blues", genial declaración de principios que hacemos nuestro desde ahora mismo. Es posible que muchos purista se echen las manos a la cabeza escuchando la guitarra de Buddy Guy supersaturada y acelerada, casi haciendo rap en "Meet Me In Chicago", pero todo lo que hace el hermano Guy lleva el sello del blues con mayúsculas por su profundidad y entrega; escucha ese magnífico tema "My Mama Loved Me" al puro estilo "Hoochie Coochie Man", nadie como él podría hacer una obra igual.
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