jueves, 3 de abril de 2014

DISCO DE LA SEMANA: ROBERT CRAY, IN MY SOUL

El paso del blues al soul es un salto muy habitual y agradecido en muchos intérpretes de blues; de hecho, en algunos de ellos  la mezcla de ambos estilos se convierte en una seña de identidad. El origen está claramente en el interés que suscitó en el público joven la nueva tanda de artistas y sellos discográficos que encontraron un filón en temas adaptados del cancionero gospel pero que con contenidos paganos llenaron las pistas y las emisoras de radio en los 60. El aspecto rudo y bohemio de las estrellas del blues dio paso un un mundo de brillantina y lentejuelas donde el cantante de color empieza a codearse al mismo nivel con las estrellas del pop más blanco y millonario. Ahí es donde encuentra hueco y popularidad artistas dotados como B.B. King, Albert King, Magic Sam, Buddy Guy, Little Milton, Junior Wells, Koko Taylor...todos ellos tienen discos que podemos considerar estupendos muestras del estilo en cuestión. Con el revival blues de los 80 muchos de estos artistas vuelven a grabar discos a la vieja usanza, incluso muchos "desenchufados" para más señas. El caso de Robert Cray es de actitud soul desde su nacimiento pero con el blues en los zapatos; de ahí surge un estilo que todos identificamos como "un tema al estilo Robert Cray"; llegar a ese nivel te da categoría para estar en el olimpo de los más grandes. Ni que decir que su discografía tiene algunos bajones, sobre todo, en las incursiones más pop del 2005 "Twenty". Aquí tenemos un verdadero renacer de la estrella que desde su directo "Cookin' In Mobile" del 2010 le da una consistencia a su carrera que le sirve para definir el camino que sin duda le va a dar los mejores frutos. El increíble y magistral "Nothin' But Love" es la base para crear esta nueva obra, "In My Soul" -más claro no puede decirse-, en la misma línea y con la pulcra producción de Steve Jordan vuelve incidir en lo mismo que no es poco. Estupendas la versiones de Otis Redding e Isaac Hayes, el resto temas propios que pasarán a ser clásicos en su repertorio. Un disco para escuchar en zapatillas y con el botón desbrochado.

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