DISCO DE LA SEMANA: BIG CREEK SLIM, KEEP MY BELLY FULL

El legado universal del blues ha permitido que en cualquier parte del mundo surjan músicos capaces de ponerte los pelos de punta emulando a los héroes y pioneros del estilo. Big Creek Slim es el alias de Marc Rune, un cantante y guitarrista nacido en Dinamarca, afincado en Brasil y que ha dedicado largos periodos de su vida ha vivir en los USA. Y a pesar de tener en su forma de hacer claras referencias a Blind Willie Johnson, Howlin’ Wolf o Elmore James, no está exento de un estilo propio, agresivo y con gran influencia del góspel. El caso es que este disco, “Keep My Belly Full”, es muy bueno, excelente, y la cosa es que es casi tan bueno como el anterior, “Hope For My Soul” del 2015. El disco se mueve en una línea de sonido coherente, con puntos en común donde destaca sobremanera las excelentes y rudas guitarras (músicos daneses habituales en su banda y el invitado Nathan James) y el sonido propio de una banda que podría estar tocando en cualquier garito de Maxwell Street. Hay temazos enormes de cosecha propia como “You Don’t Love Me” o “Keep My Belly Full”, donde ahonda en los palos eléctricos y acústicos con una facilidad pasmosa. Las versiones (siempre necesarias para ver la talla del músico) son sencillamente gloriosas: “Bye Bye Blues” de Tommy Johnson; “Lonesome Day Blues” un tema del 36 de Jesse James (del que no puedo contar mucho y que desconocía hasta ahora); “Dry Spell Blues” de Son House y el pelotazo eléctrico “Woman Don’t Lie” de Luther “Snake” Johnson, un bluesman tan grande como la ciudad de Chicago entera; Precious Memories de J.B. Wright, un tema góspel que canta a la limón con las espléndidas coristas que le acompañan (Mirian, Lea y Pia según los créditos que le acompañan. Estupenda las intervenciones del armonicista, que será otro estrellón danés, un tal Peter Nande que además hace de productor. Leo que es su cuarto disco, ni idea de los dos anteriores, pero después de escuchar un temazo como “Cockfight” me equivoco poco si te digo que hoy por hoy puede estar entre los cinco mejores nuevos talentos del blues.