Me faltan elogios para
este disco nacido para tener éxito. Los motivos son claros: Nick Moss, el
guitarrista de Chicago que ostenta el mérito de una carrera que desde el inicio
ha mostrado una calidad apabullante, desde aquel lejano ya “First Offense” de
finales de los 90 hasta su último “From The Root To The Fruit”, un ejercicio de
exhibicionismo donde da muestra sobrada de su dominio de todos los palos nacidos
en el Mississippi y más allá; Dennis Gruenling, que por aquel mismo año empieza
una carrera tanto de colaboraciones como de trabajos en solitario abarcando un
amplio rango de estilos con su armónica diatónica y cromática que lo encumbran
dentro de los mejores armonicistas contemporáneos, no dejaros llevar por su
peculiar look a lo gótico, escucha su disco “I Just Keep Lovin' Him: A Tribute
to Little Walter” y no darás crédito. El último motivo es de peso, grabar para
Alligator no es cosa cualquiera; el sello que en los 70, contra viento y marea,
impulsó el blues en horas bajas y grabó discos históricos como aquel inicial de
'Hound Dog Taylor & The HouseRockers' que la propia Delmark records
rechazó. El buen momento cada uno de los músicos se capta desde el inicio,
saben que tienen en sus manos un disco que el tiempo lo va a convertir en
clásico sin duda. La intensidad con la que arranca el disco con “Crazy Mixed Up
Baby” no pierde un ápice hasta el final y no hay estilo que se resista, de
costa a costa es un dominio absoluto. Ambos músicos llevan la batuta con
seguridad y sin pisarse, alternando monumentales solos y desgranando temas
originales que deben caer como una bomba en ese tour que prometen hacer y que
va a reventar los festivales de todo el mundo esta temporada. Ahí quedan temas
propios del sonido de la costa oeste como “Get Right Before You Left”; blues
pantanoso como “No Sense”; homenajes al genial Elmore James como el que da
título disco “The High Cost Of Living”, un título genial al que se une una
portada espléndida con los dos músicos en acción que no engaña para nada con lo
que te vas a encontrar dentro.
Me faltan elogios para
este disco nacido para tener éxito. Los motivos son claros: Nick Moss, el
guitarrista de Chicago que ostenta el mérito de una carrera que desde el inicio
ha mostrado una calidad apabullante, desde aquel lejano ya “First Offense” de
finales de los 90 hasta su último “From The Root To The Fruit”, un ejercicio de
exhibicionismo donde da muestra sobrada de su dominio de todos los palos nacidos
en el Mississippi y más allá; Dennis Gruenling, que por aquel mismo año empieza
una carrera tanto de colaboraciones como de trabajos en solitario abarcando un
amplio rango de estilos con su armónica diatónica y cromática que lo encumbran
dentro de los mejores armonicistas contemporáneos, no dejaros llevar por su
peculiar look a lo gótico, escucha su disco “I Just Keep Lovin' Him: A Tribute
to Little Walter” y no darás crédito. El último motivo es de peso, grabar para
Alligator no es cosa cualquiera; el sello que en los 70, contra viento y marea,
impulsó el blues en horas bajas y grabó discos históricos como aquel inicial de
'Hound Dog Taylor & The HouseRockers' que la propia Delmark records
rechazó. El buen momento cada uno de los músicos se capta desde el inicio,
saben que tienen en sus manos un disco que el tiempo lo va a convertir en
clásico sin duda. La intensidad con la que arranca el disco con “Crazy Mixed Up
Baby” no pierde un ápice hasta el final y no hay estilo que se resista, de
costa a costa es un dominio absoluto. Ambos músicos llevan la batuta con
seguridad y sin pisarse, alternando monumentales solos y desgranando temas
originales que deben caer como una bomba en ese tour que prometen hacer y que
va a reventar los festivales de todo el mundo esta temporada. Ahí quedan temas
propios del sonido de la costa oeste como “Get Right Before You Left”; blues
pantanoso como “No Sense”; homenajes al genial Elmore James como el que da
título disco “The High Cost Of Living”, un título genial al que se une una
portada espléndida con los dos músicos en acción que no engaña para nada con lo
que te vas a encontrar dentro.
a mi juicio se ha convertido en clasico. una anumalada de lp
ResponderEliminarle vi en directo el año pasado y el tipo se marco un bolo cojonudo y su ampli, (un ampli prestado . no encontramos otro en ese momento) vale 75 euros . y el cabrón le hizo sonar como el mejor ampli del mundo
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