jueves, 21 de enero de 2016

DISCO DE LA SEMANA: BOB MARGOLIN, MY ROAD

No fue hasta finales de los ochenta, desafiando la disciplina horaria que me imponían mi familia, cuando, una noche de verano, pude ver esa obra maestra rotunda que es "The Last Waltz". Subtitulado y con el desfile de los que luego se han convertido en mis auténticas referencias musicales. Hay un momento de oro: la aparición de Muddy Waters en el escenario. Todavía hoy sigo pensando que es uno de lo momentos fundamentales de mi vida. Muddy está que se sale, y a penas duraría una década más con vida. Pero en ese único plano fijo que le sigue en toda la actuación hubo espacio para que me quedara en la memoria la imagen del guitarrista barbudo que hace la cuenta de inicio del tema y que luego volvería a ver en cualquier actuación de Waters desde finales de los 70 y, prácticamente, hasta su muerte en el 83. Ese tipo era Bob Margolin, un guitarrista en la sombra que grabó la etapa dorada de Muddy Waters en Blue Sky tras la estela del primer guitarra y productor de esos discos, Johnny Winter. Ahí tenemos a un guitarrista que llega a una década donde el blues se vuelve minoritario, grabando para otros y recorriendo mil y uno festivales, especialmente en Europa y con la que él llama "The Muddy Waters' Band". De esa renta saca discos donde con solvencia rescata ese enooooorme vacío que nos deja el genio de Clarksdale, Mississippi. Cualquiera de ellos es bueno volver a disfrutar del genuino blues de Chicago, pero, nunca lo hemos tenido tan cercano y honesto como en este "My Road". Con una banda mínima: armónica y batería, podemos disfrutar de un disco grande, sincero y donde Bob se muestra con tal feeling que podemos encumbrar este disco como lo mejor de su carrera. Esa sinceridad se traduce en hermosas interpretaciones de guitarra, stratocaster y telecaster, y una voz poco convencional que se expresa con la emoción de un hombre que ha vencido todos sus complejos y limitaciones delante de un micro. El blues inicial "My Own Life" es mi tema preferido, una guitarra potente, que al no tener presente el bajo se vuelve en la auténtica protagonista del disco. No deja de lado otros estilos que domina con soltura como el country o baladas de cowboy que no desentonan con el nivel del disco, "Ask Me No Questions" y "More and More". Son seis nuevos temas donde se le ve arriesgado, con ganas de salirse de estereotipos de estilos y a los que une cuatro covers, entre los que destaco la versión del gran Sean Costello, "Low Life Blues". Un disco muy sólido que por fin hace le hace justicia y que me va hacer compañía durante bastante tiempo este año.

2 comentarios:

  1. Al menos el tema que has puesto suena de vicio. Precisamente algo leí esta mañana y me acordé que tenía pendiente pasar por aquí. Abrazo.

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  2. Gracias a tu reseña le prendo mecha y a cada escucha me parece mas fabuloso . Sus años al lado de los próceres no fueron en vano .
    Un abrazo mi amigo

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